domingo, 17 de noviembre de 2013

Provincia de Buenos Aires parte VII

Como otras veces, me cuesta sentarme a escribir el último capítulo de cada saga. Algo similar al sentimiento de rechazo que a veces nos invade los últimos días de un viaje, el rechazo de reencontrarnos con un pasado ya lejano que nos caerá encima como un baldazo de agua al mostrarse agresivamente igual a como lo habíamos dejado. Ahí entra en juego nuestra astucia y nuestra voluntad de ir contagiando a nuestro entorno con el cambio que sí sucedió dentro nuestro. Así que ahí vamos, me largo a escribir el último capítulo de esta saga sin saber qué teclitas presionaré en el próximo capítulo, y a ver qué sapa.
Desperté rodeado de montañas a los pies del Cerro Ventana. Con tranquilidad desayuné disfrutando la protección que estos inmensos y longevos afloramientos supieron darme. Luego, siguiendo la rutina que ya me acompañaba, armé las alforjas y las amarré a la moto. Me despedí de los amigos de la noche anterior y partí dejando atrás las verrugas de la tierra rumbo al océano eterno, con la sensación de regresar al origen de las células que durante el transcurso de las eras se agruparon para formarme.

Misteriosa entrada del cementerio de Saldungaray, por Salamone